viernes, 17 de junio de 2016

Eso somos nosotros


La Teoría de la Evolución de las Especies declara que descendemos de una ameba primitiva. Es enseñada en las escuelas y es considerada erróneamente como una teoría validada y probada científicamente. Sin embargo, la propia ciencia establece la validez de una teoría, cuando se repite en un laboratorio y se observa el fenómeno. En cambio, hasta el momento no se ha logrado crear ningún ser vivo en las condiciones ambientales presupuestas por los evolucionistas. Falta el factor “tiempo necesario” según ellos. Tampoco existen evidencias o datos que respalden la hipótesis de que existió un caldo prebiótico y mucho menos que de él surgiera la vida espontáneamente.

No se han encontrado fósiles de plantas o animales que sean transicionales de una especie a otra. Las leyes de la genética rigen la replicación exacta de los individuos a partir del ADN, por lo cual no salen dentro de las características de su especie. Si surge una mutación, puede ser neutra o malformación y nunca adiciona sino resta ADN o información genética, impidiendo al individuo desarrollar una adecuada vida con un órgano, o parte de él, con funciones vitales eliminadas, transformadas o disminuidas, debido a la complejidad irreductible de los organismos vivos.

La mayoría de los fósiles encontrados en excavaciones demuestran que la vida surgió abruptamente en formas muy complejas de ADN y sin previos ancestros, en el periodo Cámbrico. Tampoco se ha encontrado el tan buscado eslabón perdido entre monos y hombres. Las plantas y animales fósiles encontrados evolucionan, pero dentro de la misma especie, con cambios morfológicos adaptativos al medio ambiente para sobrevivir a los cambios del hábitat y se rigen por la Ley de la Selección Natural.

¿Quién creo la materia que conforma el Universo y la energía necesaria para moverla, concentrarla y hacerla explotar en el Big Bang, expandiendo al universo creado? ¿Por cuál Ley nuestro planeta no se detiene? La 1ª y 2da leyes de la Termodinámica no dan las respuestas. ¿Un originario Big Bang explica a constelaciones, galaxias, planetas y lunas que quedaron girando equilibradas, pero ilógicamente en sentidos opuestos entre sí?

Tras el Proyecto Genoma Humano concluido en 2005 los científicos ahora poseen más información sobre la complejidad estructural y funcional de los genes. Son más complicados de lo que pensaban. Son los ladrillos del edificio de un ser vivo. Tienen sus nombres, localizaciones en la cadena de ADN y funciones, mas no saben cómo se engarzan tan inteligentemente estructurando el edificio de nuestro cuerpo, apto para recibir el aliento vital y vivir.

Mil científicos, entre físicos, químicos, matemáticos, con doctorados en ciencias biológicas, médicos, procedentes de EUA, Rusia y otros países, firmaron un documento rechazando la teoría evolutiva al intuir la existencia de un diseño inteligente en el origen de la vida y la imposibilidad de que esta surgiera por azar.

Del caos no puede surgir el orden, a no ser que exista un Ordenador. De lo inanimado no puede surgir la vida a no ser que exista el diseño inteligente de un Creador Espiritual que aliente y avive a su criatura con espiritualidad. Eso somos nosotros... su criatura espiritual. 

Esos kilos de más


Nuestro Padre nos hizo a su imagen y semejanza, pero nosotros los seres humanos hemos distanciado bastante la realidad de nuestro cuerpo de esa ideal imagen suya conque Él nos creó. Mal utilizando nuestro libre albedrío también al comer, estamos bien lejos de reflejar una imagen de mesura y disciplina. Si el primer hombre pecó al desobedecerlo, por comer la fruta prohibida en el huerto del Edén, nosotros como peces irracionales vamos mordiendo el anzuelo a diestra y siniestra y perdemos, si no la salvación, al menos la vida por un buen plato de chuletas asadas con papas, o cualquier chuchería con envase atractivo y sabor dulce.

Le echamos la culpa a los ricos guisos de la abuela, a los anuncios de la TV, al estrés, al poco tiempo que tenemos y si pasamos los cuarenta, decimos que lucimos mejor con unas libritas de más, - léanse Kilogramos-. ¿Se han dado cuenta que es bastante raro encontrar un animal obeso? Ellos parecen tener más sentido común y conocer el momento preciso de retirarse. Nosotros sin embargo a veces tenemos el lema de vivir para comer y olvidamos que hay que comer solo lo necesario para vivir.

Como somos ahorrativos para comer frutas, hacer ejercicio, beber agua y dormir lo necesario; nos desquitamos entonces en abundancia con las comidas rápidas, cárnicos procesados, refrescos, helados, y alimentos cargados de azúcar o edulcorantes, grasas y preservantes, que nos intoxican y nos impiden disfrutar nuestra edad con más salud y mejor figura.

Si a un buen comilón se le dice que come más con los ojos que con la boca, en realidad no somos justos, pues a fin de cuentas también nosotros a veces comemos, no solo con los ojos, sino con boca, nariz, orejas y a mano limpia. ¿No es cierto que reconocemos la mala calidad de una ropa recientemente comprada y lavada cuando no cabemos en ella? Es fácil comprar nuestra ropa. Las tallas XXXXXXXXL se hacen en cantidades suficientes ahora.

Cuidemos no pasar por alto un turno de alimentación pues nuestro metabolismo se aloca:
¿Se le habrá olvidado que existimos? ¿Regresamos a Cuba? ¿Estará en huelga de hambre y no nos avisó? ¡Bueno, almacenemos entonces por si viene un ciclón y aprovechemos hasta el mugido!
Ahí es cuando baja el metabolismo, almacenamos cada gota de grasa en nuestras vísceras y se obstruyen las arterias.

Cuidado con las dietas amigos. Si queremos bajar de peso hagamos un plan equilibrado. Es mejor comer sano, poco y despacio para dar tiempo a que el apetito cese, antes de preparar con rapidez un segundo plato o hacer drásticos ayunos que nos descontrolan el metabolismo.

Como guerreros cercados por las consecuencias del sobrepeso; organicemos nuestra alimentación rigurosamente en horarios fijos, en pequeñas porciones y despacio. El Señor y nuestra familia nos necesitan saludables. No serán las instituciones quienes devuelvan nuestra salud, cuando la hayamos perdido sin remedio por no cuidarla.

martes, 7 de junio de 2016

Paz en la Tormenta

"La tormenta en el mar de Galilea". Rembrandt, 1633
"La tormenta en el mar de Galilea". Rembrandt, 1633

¿Quién no se ha maravillado al observar un diminuto insecto, un ave estridente, o la lejana estrella que bordea el infinito? Vivimos en un mundo lleno de maravillas, y de impresionantes retos, donde la flor de romerillo nos recuerda a Cuba y el olor del café a las mañanas de nuestra infancia, hermanadas con las tardes que nos esperan presurosas.
Al observar en silencio la vida, nos llena un sentimiento expectante de: "¿Ahora qué pasara? Todo está demasiado quieto". La vida no es así, es movimiento y algo de broma dentro de mucho esfuerzo y lucha por sobrevivir. Cuando muchos años nos llenan las ganas de volver a ser niños y cuando ya vemos la vida un poco desde lejos, sabiendo que el tramo que nos queda es menor que el que recorrimos, es cuando recordamos que al principio fuimos escogidos para pasar por este espinoso jardín y es cuando pensamos poco a poco en volver al principio y muy abruptamente a veces, pensamos en el infinito.
¿Qué es el infinito? ¿Queda para nosotros la eternidad? Somos un cuerpo donde nuestra alma y nuestro espíritu día tras día forcejean entre sí, y en contra de ese recipiente de barro que en cualquier momento se rompe o se agrieta.
Los cristianos tenemos la convicción de que después de morir seremos juzgados por Dios por nuestras obras y por la fe en Cristo, nuestro Señor, seamos premiados o no, siempre tendremos la eternidad asegurada. Pero; ¿qué de aquellos que atrás quedan en el camino y jamás veremos? ¿Dónde podremos llenar de paz y sosiego los corazones sino en la fe en Cristo? Cuando amanece y oramos, y nuestra paz nos entrega el ritmo diario de fe para la lucha con sosiego, recordamos, si somos justos, que nuestra vida apenas nos alcanza para sentirla mientras se nos escapa, casi sin darnos cuenta de ello. Decimos nuestra vida, porque es la única que conocemos y porque es la nuestra, pero sabiendo que hay otra en Cristo Jesús que nos espera después de que este recipiente de barro se haya agrietado y roto, dejando salir nuestra alma y nuestro espíritu eterno hacia nuestro Dios.
En nuestro orar damos gracias a nuestro Padre por esta vida que nos regaló con un solo propósito, poder conocerlo desde nuestra perspectiva humana y amarlo y dar testimonio de su grandeza desde nuestra vasija de barro, que nos mantiene en prisión hasta ese glorioso día para nosotros que será de tristeza para los que queden mirando nuestra partida sin regreso a ellos.
¿Qué es más fácil decir: te quiero mucho o ven que te voy a explicar cómo todo no está perdido aun para ti y tienes una esperanza después de que creas que ya la has perdido toda definitivamente y sin remedio?

La teoría evolucionista continuará tratando de cortar las alas de nuestras almas de colibrí y de enterrarnos en una jaula de simios para que en el futuro podamos probar el dolor de ya no tener ni gota de fe, pero yo seguiré creyendo en mi Dios, y en mi Jesús, mi roca firme, el que levanta cada día mi cabeza y me llena de su luz en la mañana y en las tardes y noches, desprendiendo el sopor de la desesperanza, llenándome de paz en la tormenta.